viernes, 31 de octubre de 2014

"Finaos"

Desde la bibliopatio dimos a conocer las Cruces en Canarias y contamos alguna anécdota.





Este símbolo del catolicismo se fue colocando a través del tiempo y de la historia en los lugares que entrañaban un recuerdo, una tragedia, una alegría, en fin un recordatorio a las generaciones futuras.


DELANTE DE IGLESIAS Y ERMITAS
Así, se empezó a señalizar las explanadas delante de las iglesias y ermitas, más tarde futuras plazas, con un mojón o majano coronado por la cruz de tea (pino canario que no existía en la isla, pero que se importaba). Con el tiempo se hicieron peanas –circulares o cuadradas de argamasa–, en algunos casos escalonadas y que se albeaban para las fiestas patronales. Muchas de ellas han desaparecido, con el afán de los ayuntamientos de hacer plazas o recintos cerrados, y el ansia de construir donde sea, olvidándose de esas explanadas donde propios y extraños acampaban, bailaban, lo recorrían en parrandas y hacían rogativas al santo durante los días de fiesta o romería.



CRUCES DEL SIGLO
Otras, singulares, son las cruces del siglo, por pago de promesas y colocadas en lo alto de una montaña o sitio visible y de paso. 


CRUCES DE CAMINO
En los entierros, cuando el finado era de lugares alejados del camposanto, se transportaba el cuerpo en camello envuelto en una estera o manta hasta donde se guardaba la caja comunal. El posterior traslado en caja sólo se usaba para llevar al muerto desde un lugar cercano al pueblo hasta el cementerio, retornando luego la caja a la casa mortuoria. En el lugar donde se hacía el trasvase, casi siempre en el cruce de caminos reales con vecinales y no lejos del pueblo, se solía colocar una cruz de madera sobre peana y muchas veces con altar o mesa de piedra de mampuestos o argamasa, dependiendo de los teneres de los futuros usuarios. Éstas se llamaban cruces del descanso, porque allí descansaba el finado, los deudos y la compaña, hasta la llegada de la caja –y el viático, si el difunto era de rango y el cura venía a echar la bendición–. Allí se amortajaba dentro de la caja y seguía la comitiva hasta el camposanto.
En el lugar de la cruz del descanso algún vecino tenía su cantina, boliche o ventorrillo, y allí brindaba la concurrencia o rueda de los presentes por el ausente. 


CRUZ POR ACCIDENTE
Pero las que más abundan son las de personas que morían por accidente, que jalonaban los caminos primero y más tarde se han hecho visibles en las carreteras. Había una costumbre que se va perdiendo: quitar dos piedras de los brazos de la cruz, rezar dos padrenuestros y colocar otras dos piedras, para que otro caminante las quitara, con lo cual se iban acumulando rezos al difunto para salir del purgatorio.

CRUZ EN RECUERDO A LOS CAÍDOS
Y por último, coincidiendo con la inauguración por Franco del Valle de los Caídos, se ordenó que en todas las parroquias se colocara una cruz en el exterior de las iglesias en recuerdo de los caídos. 



HISTORIAS
Hay varias historias macabro-festivas a cuenta de las esperas con brindis en los ventorrillos junto a las cruces del descanso. Una de ellas ocurre en la venta de Ma Frasca. Los deudos y amigos  fuchan el camello con el difunto envuelto en una manta y a un lado de la silla, pero no le traban la rodilla al camello.
La espera fue bastante larga, puesto que la caja común y el curato estaban ocupados, y cuando las penas habían dado paso a las alegrías del alcohol, alguien que salió a aliviar la vejiga echó en falta al camello y al finado. Toda la comitiva regresa apresuradamente al pago del muerto, donde el camello ya estaba comiendo palotes en la era de la casa con el difunto a cuestas. Después de reunirse todos, empezaron un nuevo entierro.
Hay otra que es más antigua en el tiempo.
El difunto era de la zona de La Oliva, cuando solamente existía una ermita pero no camposanto, y los entierros había que hacerlos en Betancuria. La comitiva se había puesto en camino detrás del camello y la primera parada para reponer fuerzas, antes de la subida a la degollada, se hace en la cruz del descanso junto a una venta en el Otro Valle (Valle de Santa Inés). El camello se fucha y no se traba. Cuando ya se había barriliado bastante y la jumasa era general en la rueda de presentes, al salir para retomar la marcha el camello se había juyido y todos retornan a La Oliva para reiniciar el sepelio.
Pero el majalulo venía de una camellada de Taca, hacía poco tiempo que estaba por los pagos de La Oliva y no buscó esa querencia. Por más que lo buscaron, desparramándose como una apañada de Tindaya a Fimapaire y de Villaverde a Lajares, al cabo de unos cuantos días lo localizan por el vuelo de unos guirres en la costa de Taca, arrastrando lo que quedaba de la silla de cruz y cinchada en un brazo, con el difunto envuelto en una estera ya descompuesto y apestando a perros podridos.

Tapándose la nariz, cortaron las cinchas con un cuchillo, liberando al camello. Después de hacer con dos palillos una cruz que clavaron cerca, quemaron difunto, estera, albardas, silla y unas gavillas de ahulagas, porque el finado no estaba ya para un traslado a Betancuria. Posiblemente fue éste el primer difunto incinerado de Fuerteventura.                 http://pellagofio.es/islas/cruces-descanso-de-los-muertos-promesas-de-los-vivos/#!prettyPhoto/0/




Después de recibir una breve información sobre las cruces, les animamos a que buscaran información sobre cruces cercanas al Centro Escolar, entre ella la Cruz de Casa Galicia en la plaza de San Telmo o la que se encuentra en el barrio de Cruz de Piedra.



Ese mismo día nos acompañó una abuela de alumnos, relatando como se llevaban a cabo los velatorios y entierros en su juventud.




De sus relatos conocimos que los velatorios se realizaban en la casa del fallecido y los vecinos contribuían a llevar café, leche o bizcocho para los acompañantes. Los hombres se tomaban, pasada la media noche, un buchito de Ron. También conocimos cómo era el traslado, los tipos de entierros según la economía familiar y quienes podían ir al cementerio. El tiempo de luto según el familiar fallecido y el uso del velo y Clarín por las mujeres.
¡¡Gracias por transmitirnos estos conocimientos y vivencias!!